viernes, 25 de julio de 2008

Nen si alguna vez me ves


Nen... si alguna vez me ves, recuerda...
todo lo que hemos pasado, como si transcurriera lentamente en una película... acomódate a mi lado en los mullidos sillones, este cine es silencioso, privado y cómodo solo para nuestras vidas... Sonríe, están a punto de pasar las primeras escenas.
Se ve a un joven, en un banco junto a un soleado mar, que reluce tanto y brilla que tiene que apartar la vista y mirar hacia otra parte... entonces ve alguien pasar... sí... es ese momento tan especial...
Asiento con la cabeza, mi primera lágrima cae sin que te des cuenta, aunque sabes que dentro de poco todas ellas brotarán... sí... lo sabes muy bien. Muchos años más tarde, una chica da vueltas y vueltas... dejandose iluminar por la luz... ¿será el mismo resplandor que el de aquél día?
Niña inocente, pobre niña triste. Niña trágica, ¿tan difícil lo tuviste?
mientras la contemplamos en la pantalla quiero mirarte un momento, para ver si piensas lo mismo que yo... parece que te lea el pensamiento, o que vayas a sentir lo mismo que sentiré yo.
Los dos sabemos lo que pasará después, y las imágenes se suceden una tras otra, mientras una dulce melodía embriaga mis oídos. Es melancólica, armónica y melodiosa... un deleite para los sentidos y la memoria, que nos muestra una vez más el castillo de mágicas ilusiones que un día construimos. Haciéndolo realidad.
Parece una película muy dramática la que estamos contemplando... pero a la vez muy intensa. ¿Eres tú quien llora cuando esa niña misteriosa se lanza en brazos del amor?
¿Eres tú quien solloza ahora, al darse cuenta de que ese momento no es un simple círculo de la vida, es una muesca que quedará muy honda en el árbol de la existencia?
¿Eres tú quien agoniza de dolor viendo a su valeroso protagonista....? o no, esa soy yo...
No te quedarás a ver las imágenes hasta el final, eso lo sé. Yo también me pondré en pie y saldré paso a paso del cine, cruzando esas puertas rojas, dejando que la luz me ciegue... otra vez.
Miro al cielo... Nen... Nen tú que siempre fuiste un alma libre... encadenándote tu mismo a este mundo sin ni tan siquera darte cuenta, que el día que descubriste las manillas... yo me encontraba contigo... mirándote. Observándote... mucho más allá de tus ojos verdes.
Ahora! Ahora que eres libre, totalmente libre, surcando los cielos como si tu alma fuera un fuerte navío y el cielo el mar.... dejándote llevar a la inmensidad me mandas tus pensamientos, hay mucho más que todo este lugar... nunca te olvidaré...
pero, si alguna vez te acuerdas de mí. Entra de mi mano en ese cine... en el que estaré esperando para verte... una y otra vez.

domingo, 20 de julio de 2008

Ángeles y Guardianes...


Entre cuentos de hadas, princesas y guerreros y amores encantados vivimos, ilusionados con esta realidad que nos envuelve...
vi volar una mariposa por la mañana y su belleza me recordó a ti, cuando el sol me cegaba bajé la vista y admiré unas flores; recordándome las que siempre dedicas para mi...
Por la tarde di un paseo para refrescarme con la brisa... un golpe de viento sacudió hojas del suelo contra mi, quedando entre mis manos la más bonita color miel... que me hizo pensar en tus ojos de amor. La guardé conmigo como un dulce amuleto, de algo de la vida que se creía perdido... lo más hermoso que estaba escondido, y ahora mora bajo mi abrigo.
Al anochecer.... ¿cuántas estrellas vi? que me guiaron en mi camino. Sintiéndome saltar una a una entre ellas, regodeándome con su luz, llegué hasta donde se esconde... el mayor amor... tú...
mi eterno guardián.
Sígueme contando al oído esa historia de épicas batallas y grandes triunfos, amores que lloran y se reencuentran intensamente, besos robados en la soledad con un paraíso como cuna...
mientras cierro mis ojos y me dejo acunar por tu voz... que mi alma cada día enamora.