domingo, 21 de septiembre de 2008

Desde que te conocí...


Desde el día en que te conocí por primera vez... algo me hizo sentirme ligada a ti. Desde que me hablaste, te dirigiste pausada y dulcemente hacia mí, noté un respingo en mi corazón. Pero por fin... desde el momento en que te vi... quedé totalmente prendada de ti.
Esos ojos que me miraban expectantes, con una mirada tan tierna e inocente desprovista de toda maldad, con tu sonrisa sincera y tus palabras de amor... dime cielo entonces ¿desde cuándo te amo? si pareces poblar desde siempre mi corazón, mientras caminaba a ciegas con un velo que yo misma coloqué sobre mí; y tu lo hiciste volar rápidamente para que solamente te viera a ti.
Lo que llevabas tanto tiempo anhelando... lo que yo soñaba sin contárselo a nadie... sólo contigo se hace realidad. Una figura protectora que observa, vigila tus pasos y antes de que caigas, te recoge y te pregunta ¿estás bien? pero siempre sigues andando, y vuelves a tropezar... de nuevo una mano te sostiene. Llega un momento en el que te preguntas, si esa sonrisa tímida que temblaba por ti con sólo la idea de que cualquier cosa pudiera estar pasándote, si es cierto, como no te diste cuenta antes...
Corro hacia ti a toda prisa, y tú me esperas con los brazos abiertos, sólo sé que te quiero, y que tú me corresponderás...