domingo, 17 de junio de 2007

Canción del Olvido


Cómo saber que todo ha acabado,
cómo permitir que continúe la existencia,
cómo pedirte que te sueltes de ésa cuerda tardía;
de la que llevas tanto tiempo amarrado.

Rayos de culpa acuden acechantes,
miles de piedras que salen al caminar...
recuerdo de una vida de antes,
de la que nada puedo encontrar.

Alma que volaste perdida,
dime dónde puedo hallarte,
junto a la razón flotaste esquiva...
mientras en el corazón se clava mi propio estandarte.

No te prometo ni baladas ni melodías,
el mero hecho de recordarte,
amándote antes de liberate;
tras regresar a la eterna agonía.

jueves, 14 de junio de 2007

Alas Cortadas


Me he cortado las alas. Ahora descansan desnudas en el suelo, mientras yo me ahogo en el lago del lamento. Mis manos están manchadas de sangre, y no puedo remediarlo.
Los ángeles me observan desde el cielo, expectantes, algunos hablan, yo no los oigo. Otros guardan silencio, y se preguntan que porqué no subo hasta ellos.
Pero no. Yo ya no puedo volar. Se cerraron las puertas del paraíso, y yo caigo a las llamas sin esfuerzo, sin ganas de luchar. Me pregunto mientras me hundo cómo ha llegado a suceder. Cómo se fue la fuerza y la razón, como he perdido las respuestas, el saber qué hacer a continuación.
No... no hay respuesta. Mis oídos están sordos, tan sólo oyen los latidos que agónicos se van apagando. El corazón desaparece. Se marchó a alguna parte, no lo siento aquí adentro, y no sé por dónde empezar a buscar. No lo encuentro. No sé nada.
Aguarda condenación, espera un poco más vacío de la pena, que poco a poco voy aproximándome a tu encuentro. No te preocupes... que pronto nos veremos.
Me pregunto.. adónde fuiste. Dónde saliste volando... bondad que guardaba en mi regazo.
Deseo retenerte... y la luz me ciega... no puedo ver.

lunes, 11 de junio de 2007

Reflejo de una Estrella


Sombras oscuras de letras nunca dedicadas,
poemas amargos de sentimientos no confesados,
canciones de agonía jamás cantadas;
hacen que mi corazón, caiga rendido en tus brazos.

Suspiro de la mañana que tú me consuelas,
latir que siento desde mi interior,
ángel dame alas...
que me lleven de regreso, a tu amor.

Ayúdame a avanzar por esta malvada senda,
montruos que me acechan salen a mi encuentro,
invencibles en mis manos de desespero,
sola me encuentro, triste y desarmada.

No abandones mis sueños tú que siempre estuviste,
tú que siempre fuiste el primero,
sabiendo que me quisiste...
mi sentimiento nunca fue tan sincero.